El "mobbing" o acoso laboral es uno de los principales problemas laborales en la actualidad, siendo las mujeres las más afectadas al someterlas a un comportamiento hostil, ofensivo, intimidatorio o humillante por parte de sus superiores y/o compañeros de trabajo. Teniendo como consecuencia efectos negativos en la salud mental y física de la víctima, ocasionando estrés, ansiedad, depresión, baja autoestima, insomnio, problemas de concentración, pérdida de motivación y en casos extremos, puede llevar al abandono o perdida del empleo. Afectando negativamente su trayectoria profesional y limitando sus oportunidades de ascenso o aumentos salariales.
Estas son algunas conductas que manifiestan un acoso laboral:
Intimidación.
Aislamiento.
Difamación.
Sabotaje.
Exclusión social.
Manipulación.
Coerción.
Amenaza de violencia.
Violencia física.
Comentarios ofensivos o humillantes.
Acercamientos sexuales no deseados.
Asignación de tareas injustas o no apropiadas.
Este tipo de acciones no solo generan un ambiente laboral hostil donde la víctima se siente avergonzada o estigmatizada. Si no que también están violando sus derechos humanos fundamentales, incluyendo el derecho a la igualdad, la dignidad humana y no discriminación, la integridad personal y condiciones laborales justas.
Para evitar el acoso laboral es obligación de la empresa prohibir el acoso laboral en todas sus formas, promoviendo entornos de trabajo seguros y respetuosos, implementando políticas y protocolos claros para prevenir el acoso laboral, así como ofrecer capacitación a los empleados y superiores sobre el tema, proporcionar a las mujeres acceso a mecanismos de denuncia y protección, así como recursos y apoyo legal y psicológico, al igual que fomentar una cultura de respeto y equidad de género, donde se promueva la igualdad de oportunidades y se condene cualquier forma de acoso o discriminación.
Si estás experimentando acoso laboral, es importante que busques apoyo y denuncies la situación en la empresa o bien ante una autoridad laboral.
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