En la actualidad la mujer es un pilar de la economía mexicana y constituir una familia es una motivación muy importante para las mujeres trabajadoras, por lo que, cuando se encuentran en estado de gestación y periodo de lactancia requieren una especial protección para evitar un daño en su salud y la de su bebe, garantizando la continuidad de su empleo.
Por ello, los derechos humanos de las mujeres embarazadas que se encuentran reconocidos en los marcos legales nacionales e internacionales deben ser primordiales en cualquier empresa ya que tienen como fin proteger su salud, bienestar y dignidad, así como la estabilidad laboral, encontrándose entre ellos:
La no discriminación. No se les puede negar el empleo, la promoción o cualquier otro beneficio laboral con motivo de su embarazo.
Condiciones laborales seguras y saludables. Tienen el derecho a trabajar en un entorno seguro y saludable, previniendo la exposición a sustancias tóxicas o peligrosas, así como adaptar sus actividades de acuerdo con su estado y que no pongan en riesgo su salud ni la del bebe.
Licencia de maternidad. Tienen derecho a una licencia de maternidad remunerada de seis semanas anteriores a la fecha fijada aproximadamente para el parto y seis semanas posteriores al mismo, teniendo como objetivo permitir que la trabajadora tenga tiempo para recuperarse del parto.
Periodo de lactancia. Tienen derecho a dos reposos extraordinarios de media hora cada uno por día en un lugar adecuado e higiénico que designe la empresa para alimentar a sus hijos hasta por un periodo de seis meses; en caso de que las circunstancias no lo permitan, los 60 minutos al día podrán reducirse de la jornada de trabajo en sustitución de dichos periodos de reposo, previo acuerdo con el patrón.
Derecho a la estabilidad laboral. Durante el embarazo y el período de licencia de maternidad, las trabajadoras no pueden ser despedidas debido a su estado de embarazo, ya que tienen derecho a una estabilidad laboral.
Derecho a la atención médica y cuidado prenatal. Tienen derecho a recibir atención médica y cuidado prenatal adecuados, esto es, acceso a servicios de salud, exámenes prenatales, atención obstétrica y cualquier otra atención necesaria para garantizar un embarazo saludable y seguro.
Los derechos humanos y la equidad de las trabajadoras en dicho estado deben de protegerse por sobre todas las cosas, por lo que, si la empresa obliga a una mujer embarazada a firmar una renuncia voluntaria, estaría violando:
La protección de la salud y el bienestar. El embarazo es un período en el cual la trabajadora requiere atención médica y cuidado especializado. Despedir a una trabajadora embarazada podría poner en riesgo su salud y la del bebe, ya que podría perder el acceso a la atención prenatal necesaria. Mantener el empleo de una trabajadora embarazada contribuye a su bienestar y al desarrollo saludable del bebé.
Igualdad y no discriminación. Despedir a una trabajadora embarazada sería una forma de discriminación basada en el embarazo, ya que tiene derecho a la igualdad de oportunidades y a ser tratada de manera justa en el ámbito laboral. El embarazo no debe ser motivo para negar o terminar el empleo de una trabajadora.
Estabilidad económica. El despido de una trabajadora embarazada puede tener un impacto significativo en su estabilidad económica y la de su familia. Durante el embarazo y la licencia de maternidad, las trabajadoras necesitan un ingreso para cubrir los gastos médicos, los cuidados del bebé y las necesidades básicas.
Promoción de la conciliación laboral y familiar. Mantener el empleo de una trabajadora embarazada refuerza la importancia de la conciliación entre la vida laboral y familiar. Permite que la trabajadora tenga tiempo suficiente para prepararse para el nacimiento del bebé, así como para establecer un vínculo con él durante los primeros meses de vida.
Cumplimiento de las obligaciones legales. La ley prohíbe que una empresa pueda despedir a una trabajadora o coaccionarla de manera directa o indirecta para que renuncie por estar embarazada. La multa por discriminación que atente en contra del embarazo en México va desde $21.270.00 a $434.400.00 pesos.
Es fundamental proteger los derechos de las trabajadoras embarazadas y garantizar su seguridad y bienestar. Esto implica asegurar que no sean despedidas injustamente debido a su embarazo y que se les brinde el apoyo y las condiciones adecuadas para llevar a cabo su maternidad de manera saludable y equilibrada.
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